Es cierto que el sistema nervioso de un niño está en formación y es más propicio a dar rienda suelta a una imaginación sin límites a diferencia de los adultos, que tenemos más capacidad para diferenciar entre la realidad y la fantasía. Sin embargo la imaginación no se pierde con la edad, tan solo hay que estimularla, y hoy os damos las claves para que podáis recuperar esa fantasía que tanto echamos de menos a veces. Imayine!!!